Tercera jornada: la identidad

No se si por casualidad o es que así estaba previsto, de las dos charlas de hoy, un mismo tema me quedó en la cabeza por sobre otros : la identidad.
Alejandro Rozitchner, postuló un modelo en el que la auténtica identidad es la del deseo: "No puedo saber quién soy si no se qué deseo". Para mi resulta plenamente aceptable lo que afirma, aunque no lo que niega cuando dice que la historia no es fuente de identidad: la identidad es todo lo que hemos venido haciendo (y pensando) de forma idéntica (como individuos y como grupo): nuestra identidad no es sino nuestra historia. Si así no fuera, ¿seríamos idénticos a qué?. También creo que identidad es la idea que uno tiene de si mismo, el mapa mental que nos explica qué es uno mismo dentro del contexto socioambiental; dentro de ese mapa figuran hipótesis de cómo uno va a ser en un futuro y es ése el resorte al que apunta, con acierto, la prédica de Rozitchner: uno se construye para ser capaz de saciar los deseos.
Gallo nos comentó un decálogo de recomendaciones para el bloger e insistió en la importancia de esta herramienta en el mundo de las relaciones interpersonales modernas y futuras. Recalcó la necesidad de que el blog sea un reflejo del editor, su carta de presentación, su faz mediática oficial, su "verdadera" identidad, con nombre y apellido. Aclaró que no se refería al género blog en su conjunto sino a una forma en particular de utilizar este recurso pero, para mí, esa interpretación restringe uno de los mayores potenciales que tiene el blog y la web en general: el hecho de que uno puede construir una identidad, hallando así formas de expresar cosas que uno mismo no expresaría!! Un sólo ejemplo: Mucho antes de los blogs, Fernando Pessoa, poeta portugués, tenía cinco eterónimos, personajes que en él "habitaban", con estilos, ideas, vicios e identidades diferentes: todos escribían poesía y, según los que saben, cada uno de ellos reunió méritos sufucientes como para ser citado en una antología.